Las perforaciones gastrointestinales son complicaciones raras pero graves de los procedimientos endoscópicos. La cirugía ha sido tradicionalmente la base de su tratamiento. Las técnicas endoscópicas han logrado el tratamiento de las perforaciones mediante el uso de clips. Sin embargo, todos los clips tienen limitaciones con respecto a la cantidad de tejido que pueden sujetar, el número de ellos que se puede aplicar y su utilidad en tejido inflamatorio. Recientemente fue desarrollado un clip que se monta sobre el endoscopio llamado OTSC®, por sus siglas en inglés (Over The Scope Clip®, Tübingen, Alemania). Este clip captura grandes cantidades de tejido, y cierra la lesión hasta su curación1,2. Presentamos los casos de 5 pacientes con perforación gastrointestinal iatrogénica, tratados con OTSC®. Fueron 3 mujeres y 2 varones entre los 52-80 años de edad. El diagnóstico fue colangiocarcinoma (n=1), cáncer de recto (n=1) y tumor de páncreas (n=3). El procedimiento que produjo la perforación fue colonoscopia (n=1) y ultrasonido endoscópico (n=4). La perforación se localizó en la unión rectosigmoidea (n=1), antro gástrico (n=1), bulbo duodenal (n=2) y pared posterior del estómago (n=1); y tuvo un diámetro de 5mm (n=1) y 10mm (n=4). En todos se colocó la versión de OTSC® tipo «t» de 11mm. En los 4 pacientes con perforación del tubo digestivo superior, la colocación adecuada de OTSC® se comprobó instilando medio de contraste bajo control fluoroscópico. Un paciente con perforación duodenal fue llevado a cirugía porque continuaba con dolor abdominal. Aunque durante la cirugía se comprobó el cierre hermético de la perforación, el OTSC® fue removido y reemplazado por una doble línea de sutura. En el paciente con perforación de la unión rectosigmoidea la friabilidad del tejido secundaria a radioterapia ocasionó un pequeño desgarro sobre un extremo del OTSC®, y el cierre fue completado con la colocación de un clip hemostático. Por otro lado, el paciente presentó neumoperitoneo masivo que fue manejado mediante una punción percutánea con aguja (14 gauge). Los 5 pacientes iniciaron la vía oral mediante la ingesta de líquidos, 3 días después de la perforación, y fueron dados de alta del hospital entre 5-8 días después del incidente.
El OTSC® ha mostrado efectividad para el tratamiento de perforaciones gástricas, duodenales y colónicas después de la endoscopia2–4. En nuestros pacientes el tratamiento tuvo éxito porque el tamaño de las perforaciones fue de 10mm o menos (figs. 1 y 2). Con el OTSC® es posible cerrar perforaciones de hasta 15mm1,5. Sin embargo, se pueden cerrar defectos más grandes utilizando 2 OTSC® o utilizando un OTSC® más un clip hemostático; tal y como hicimos en el paciente con perforación en la unión rectosigmoidea1,6.
En un estudio que incluyó 48 pacientes con perforación, la etiología iatrogénica constituyó el 75% (n=36). La localización más común fue en estómago (n=13; 27.1%) seguida por esófago (n=10; 20.8%), duodeno (n=9; 18.8%), colon (n=8; 16.7%), recto (n=4; 8.3%), y yeyuno/íleon (n=4; 8.3%). El OTSC® se colocó inmediatamente después de la perforación en el 89.6% (n=43). En 40 pacientes analizados el éxito técnico se logró en el 97.5% (n=39) y el éxito clínico a largo plazo fue posible en el 90% (n=36)7.
El OTSC® es una alternativa al tratamiento quirúrgico de las perforaciones gastrointestinales iatrogénicas, y no se conocen complicaciones o mortalidad relacionadas con su uso. Es importante considerar el tratamiento quirúrgico cuando el OTSC® falla, la perforación se reconoce de manera tardía (>24h), o el paciente muestra signos de respuesta inflamatoria sistémica8.
FinanciaciónNo se recibió patrocinio alguno para realizar este artículo.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.