La intususcepción corresponde a una invaginación de la pared del intestino en la luz del segmento adyacente, en adultos es poco frecuente, siendo el 1% de las causas de oclusión intestinal, la principal causa es debido a una lesión neoplásica de la pared intestinal, estas forman un relieve en la luz siendo desplazadas durante la peristalsis1–3.
El pólipo fibroide inflamatorio (PFI), es una lesión benigna, poco frecuente propia del tracto gastrointestinal, se presenta comúnmente en la sexta década de la vida, afectando a ambos sexos, generalmente es solitaria y sésil, mide entre 2-5cm, originándose a partir de la submucosa. La etiología del PFI es multifactorial, siendo asociada a traumatismos, alergias, infecciones bacterianas, agentes físicos y químicos4,5.
Mujer de 58 años de edad, hipertensa con dislipidemia, presentó dolor abdominal de tipo cólico, de 4 meses de evolución, localizado en epigastrio, sin irradiación a otros sitios, asociado a la ingesta de alimentos, con pérdida ponderal de 12kg. Acudió a urgencias por exacerbación intensa del dolor, distensión abdominal, evacuaciones diarreicas y vómito; a la exploración física presentaba palidez de tegumentos, deshidratación y taquicardia; a la palpación se encontró una tumoración profunda móvil y dolorosa, por lo que se solicitaron estudios de imagen, el USG mostró una lesión quística, bien definida, paraovárica derecha de 48×40×41mm, sin evidencia de vascularidad al Doppler; la tomografía computarizada (TC) abdominal presentó pérdida de morfología en íleon terminal, caracterizada por ausencia de pliegues, adelgazamiento de la pared y retracción del mesenterio adyacente, con invaginación del mismo, asas intestinales dilatadas con diagnóstico de intususcepción (fig. 1a), se realizó laparotomía exploradora, encontrándose intususcepción íleo-ileal (fig. 1b y c) a 1m de la válvula ileocecal, que comprometía 70cm de asas intestinales, realizándose resección intestinal del segmento comprometido y anastomosis término-terminal.
El análisis morfológico de la pieza quirúrgica mostró al corte, una lesión polipoide rojo brillante, parcialmente revestida por mucosa congestiva, midió 6.3×2.9cm; histológicamente se identificó una lesión localizada en la submucosa, constituida por haces gruesos de colágeno con células ahusadas de citoplasma moderado, núcleos ovoides con cromatina granular dispersa, entremezclados con linfocitos, células plasmáticas, eosinófilos y polimorfonucleares. El inmunoperfil fue positivo para CD34, negativo para AML, ALK1, CD117 y Ki-67 (fig. 2). El diagnóstico fue PFI ulcerado con intususcepción ileal secundaria. Se egresó 7 días después de la cirugía, y fue revalorada 3 semanas después con buena evolución, evacuando y canalizando gases.
(a) Corte histológico con presencia de lesión ulcerada, localizada en la submucosa (hematoxilina & eosina, ×2). (b) La lesión muestra gruesos haces de colágeno, células ahusadas con núcleos de cromatina granular fina (hematoxilina & eosina, ×40); (c) Inmunorreacción para CD34 positiva, y (d) Actina de músculo liso negativa.
La intususcepción en adultos es poco frecuente, siendo asociada hasta en el 90% de los casos a tumores localizados en la luz, o de origen idiopático6. Clínicamente las manifestaciones son diversas, ya sea de manera aguda, intermitentes o crónicas; generalmente con datos de obstrucción intestinal como son náuseas, vómitos y dolor abdominal en procesos neoplásicos benignos, además de melena en lesiones malignas2. Según la localización se puede clasificar como: íleo-cólica, colo-cólica y entero-entéricas (yeyuno-yeyunal, íleo-ileal)4,7. Los estudios de imagen son fundamentales en el diagnóstico de la intususcepción, la TC es más precisa, mostrando la presencia de asas intestinales intraluminales con o sin presencia de grasa y vasos mesentéricos; observándose en cortes transversales un tumor redondo con grasa periférica y manguito claro debido a edema, clásicamente con imagen de «tiro al blanco»2,3,8.
El tratamiento casi siempre es quirúrgico en adultos, comparado con niños, e invariablemente lleva a resección del segmento de intestino involucrado con anastomosis primaria7.
El PFI es una lesión poco frecuente del tracto gastrointestinal, fue descrita por Vanek en 1949, también llamado seudotumor inflamatorio (PI) o granuloma eosinofílico, hallada de forma incidental durante procedimientos endoscópicos o laparotomías, siendo generalmente asintomática, pudiendo presentar síntomas dependiendo de su localización; es más frecuente en estómago (66-75%) e intestino delgado (18-20%), en este último, como en nuestro caso, puede ser causa de intususcepción hasta en un 5-16% de los casos4,9.
El PFI es confundido con el tumor miofibroblástico inflamatorio (TMFI), debido a que ambos se les denominaba comúnmente como PI o granuloma eosinófilo: siendo entidades histológicamente distintas; el PFI contiene más eosinófilos, fibrosis, y menos células linfoides que los TMFI; estos se originan en la submucosa, sin afección de la serosa y la capa muscular, sitios generalmente abarcados por el TMFI. El perfil de inmunohistoquímica en ambas lesiones es distinto; el PFI expresa CD34, mientras que el TMFI expresa ALK1, actina músculo liso y, ocasionalmente, CD117. Es importante diferenciar ambas lesiones debido a que el PFI no presenta recurrencias, mientras que el TMFI tiende a recidivar10.
Presentamos un caso de PFI que causó intususcepción, y en el cual se utilizaron reacciones de inmunohistoquímica para su correcta clasificación diagnóstica; este corresponde al primer caso reportado de intususcepción secundaria a PFI en nuestro país.
FinanciaciónNo se recibió patrocinio de ningún tipo para llevar a cabo este artículo.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.