Un hombre de 54 años de edad, con un historial de alcoholismo, desgaste muscular y hospitalización reciente debido a una pancreatitis alcohólica aguda, se presentó a la sala de urgencias con dolor epigástrico y vómito. El examen clínico y las pruebas de laboratorio fueron normales. Se realizó una endoscopia alta que reveló una lesión tubular de 30mm en el límite superior del bulbo duodenal, encubierto con mucosa normal, indicativa de una lesión vascular (fig. 1 A y B). Una tomografía computarizada identificó una masa predominantemente sólida y heterogénea, entre el duodeno y la cabeza pancreática, midiendo 40×15mm, con límites indefinidos, que no presentaban captación de contraste (fig. 1C y D). El ultrasonido endoscópico confirmó la locación extrapancreática. La prueba de ultrasonido Doppler a color fue negativa para flujo vascular, pero no se obtuvo más información (fig. 2 A y B). Dos semanas después, la imagenología por resonancia magnética describió una lesión espontánea hiperintensa en T1 y T2 en la proximidad de la arteria gastroduodenal, la cual no mostró captación después de la administración de gadolinio (figs. 2 C y D). Los rasgos de la imagenología eran indicativos de un seudoaneurisma trombosado de la arteria gastroduodenal. El paciente se rehusó al seguimiento clínico y continuó consumo excesivo de alcohol.
A y B) El ultrasonido endoscópico definió una lesión en gran parte hipoecoica, con algunas áreas anecoicas y límites poco definidos. El ultrasonido Doppler a color fue negativo para flujo vascular. C y D) La imagenología por resonancia magnética muestra una lesión hiperintensa espontánea en T1 y T2 en proximidad de la arteria gastroduodenal, sin captación después de la administración de gadolinio. No se observó comunicación con el ducto biliar común o el ducto pancreático.
Los aneurismas de las arterias viscerales ocurren en hasta un 5% de los pacientes con pancreatitis aguda o crónica (gastroduodenal: 10-15%) y se asocian con una tasa de mortalidad del 25 al 50%1,2.
Se han descrito 2 tipos de aneurismas: aneurismas verdaderos, los cuales se generan cuando el proceso inflamatorio causa la digestión parcial de la pared arterial, y los seudoaneurismas, cuando las enzimas pancreáticas de un seudoquiste erosionan una arteria adjunta llevando a un sangrado (nuestro caso).
La presentación clínica más común es el sangrado gastrointestinal secundario a la rotura (52%), seguido de dolor abdominal (46%). La tasa de mortalidad en el marco de rotura es de aproximadamente 40% y, de acuerdo con la literatura médica, la trombosis espontánea es una de las presentaciones clínicas menos frecuentes de seudoaneurisma de la arteria gastroduodenal3–5. El patrón de referencia para el diagnóstico sigue siendo la angiografía visceral. El uso de métodos alternativos con buena sensibilidad, como la tomografía computarizada, la imagen por resonancia magnética y el ultrasonido endoscópico, ya se ha reportado3.
La trombosis espontánea es un evento impredecible y previamente reportado en asociación con los factores que disminuyen el flujo sanguíneo e incrementan la coagulación, como la hipotensión, la deshidratación, el vasoespasmo, el daño local a la pared arterial y las malignidades ocultas4–7. Sin embargo, dada la alta tasa de mortalidad, los médicos no deben de esperar a que esto suceda. La reparación endovascular con una bobina de embolización o con la colocación de stent es actualmente el tratamiento de primera línea. La cirugía se reserva para los pacientes con reparación endovascular fallida o que presentan inestabilidad hemodinámica3,8–10.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.
Conflicto de interesesLos autores declaran que no existe conflicto de intereses.