La cirrosis puede desarrollarse a partir de cualquier enfermedad que produzca inflamación hepática crónica, lo que lleva a pérdida de la arquitectura normal del hígado y a la disminución progresiva de sus funciones. El proceso de fibrosis que da lugar a la cirrosis se presenta por una disminución de los mecanismos de degradación de la colágena, persistiendo la síntesis y el depósito de la matriz extracelular desencadenados por una serie de eventos que provocan una inflamación crónica dando lugar al proceso de fibrogénesis.1
En los niños, la progresión hacia la cirrosis a través del tiempo varía según el agente agresor. En la atresia de vías biliares (AVB), la colangiopatía suele establecer un daño permanente alrededor de las 12 a 16 semanas de vida; en otros casos la progresión a cirrosis y descompensación llega a ser muy lenta con manifestación en la adolescencia como deocurre en la hepatitis autoinmune o secundaria a hepatitis por los virus B o C.2,3
El diagnóstico etiológico de la hepatitis crónica se basa en estudios microbiológicos, bioquímicos, inmunológicos, de imagen y, recientemente, en métodos moleculares y genéticos que han permitido diagnosticar muchas de las causas de esta condición en la infancia, sin necesidad de estudio histopatológico; sin embargo, la biopsia hepática es un método que continúa siendo indispensable cuando se requiere conocer la extensión y la magnitud del daño necroinflamatorio y fibrótico del hígado.4
La biopsia hepática es el estándar de oro para la detección de fibrosis; infortunadamente ese trata de un método invasivo y costoso, frecuentemente rechazado para su realización en niños, con posibles errores de muestreo, variabilidad intra e interobservador, y no exento de complicaciones. En niños se han reportado complicaciones posteriores a la biopsia hepática que oscilan entre 1.3 y 6.8%, llegando hasta 18% en lactantes.5,6
Por lo anterior se han buscado métodos no invasivos que permitan conocer el grado de daño del hígado y evitar la biopsia hepática. Actualmente la experiencia acumulada corresponde a adultos7 y recientemente a niños8-12 y consiste en pruebas serológicas que se han correlacionado adecuadamente con el grado de fibrosis hepática en la biopsia, evaluado con el sistema de puntuación META-VIR.13
La pruebas no invasivas como el Fibrotest, el índice de Forms, el índice de la relación AST/ plaquetas (APRI) y ELF, se han sido validado en pacientes adultos reportando un área bajo la curva de aproximadamente 0.80 a 0.85.7 Algunos informes en niños han mostrado una adecuada correlación entre la determinación de Fibrotest, APRI, puntuación de ELF, perímetro de la cintura y el grado de fibrosis en la biopsia (Tabla 1).
El Fibrotest es un índice que incluye una serie de marcadores séricos (AST, ALT, GGT, bilirrubinas, albúmina, apoproteína A1, haptoglobina y alfa-2 macroglobina) y se obtiene mediante un análisis computarizado que permite distinguir entre los pacientes con fibrosis significativa y aquellos sin fibrosis o con fibrosis leve en donde un valor > 59 se correlaciona con un Metavir > F2.14
El APRI refleja el daño crónico a través de la medición de AST y plaquetas mediante la fórmula: AST (U/L) límite superior normal (45) X 1000)/ (Plaquetas (109/L). Un resultado > 2 se correlaciona con la presencia de fibrosis.7
La puntuación de ELF se calcula con base en un panel de exámenes que incluye los valores séricos de ácido hialurónico, propéptido amino-terminal de la colágena tipo III (PIIINP) e inhibidor tisular de metaloproteinasa 1 (TIMP-1). Puede predecir la presencia de fibrosis avanzada (estadio 3 o mayor) con un punto de corte > 10.51 con un area bajo la curva de 0.99.15
La elastografía de transición se realiza con un equipo de Fibroscan compuesto por un transductor de ultrasonido acoplado sobre el eje de un vibrador; con este método se determina la elasticidad tisular a través de la propagación y la velocidad de la onda elástica (a mayor velocidad de propagación menor elasticidad del tejido).16
La prueba de aliento con metacetina marcada con carbono 13 evalúa la reserva hepática. La metacetina se metaboliza a nivel hepático y produce 13C02 por la oxidación de grupos metilo. Cuando las enzimas involucradas en la oxidación de la metacetina disminuyen, la cantidad de 13C02 espirado en aliento es menor lo que refleja la severidad de la hepatopatía.17
Todas estas pruebas no invasivas de fibrosis han demostrado una adecuada correlación comparadas con la biopsia en adultos; en niños todavía es poca la experiencia y se requieren más estudios. Hasta el momento no se ha probado que sustituyan a la biopsia hepática y podrían ser útiles para seleccionar a los pacientes que deben someterse a biopsia y sobre todo para el seguimiento de aquellos casos con fibrosis que pueden progresar a cirrosis.
Correspondencia: Av. Cuauhtémoc 330. Col. Doctores, México D.F.