En el presente número de la Revista de Gastroenterología de México, González-Huezo et al. presentan la frecuencia de erradicación de Helicobacter pylori (H. pylori) con triple esquema convencional en población adulta, que acudió a un hospital de referencia del Estado de México1. En esta serie de 223 individuos, la frecuencia de erradicación fue de 65,5%. Estos resultados que muestran una tasa de erradicación muy baja, además de interesantes, deben preocuparnos y hacernos reflexionar acerca de si estamos haciendo lo correcto con el H. pylori. El estudio de González-Huezo et al. tiene algunas limitaciones que se deben considerar, entre las que destaca que la información se obtuvo de manera retrolectiva y por lo tanto, sólo se pudieron incluir para análisis los expedientes de pacientes en los cuales se comprobó la erradicación. Se desconoce cuál fue −de todos los pacientes tratados en ese centro hospitalario−, la proporción de pacientes que reunió ese requisito. Es probable que aquellos pacientes que tuvieron síntomas reincidentes tuvieran más posibilidades de ser evaluados, que aquellos que evolucionaron satisfactoriamente, con el riesgo de sobre estimar la falla al tratamiento. Independientemente de las limitaciones, los resultados de este estudio son importantes y pueden reflejar lo que sucede en la práctica clínica cotidiana.
Cuando se habla de tasa de erradicación de H. pylori, la atención generalmente se centra en 3 frentes: contrastar la eficacia de las diferentes estrategias de tratamiento, conocer cómo se comporta la resistencia de la bacteria a los antibióticos y evaluar esquemas con antibióticos nuevos o diferentes. Con respecto a la eficacia, un ensayo prospectivo, aleatorizado, multicéntrico, internacional, en el que participaron pacientes mexicanos, mostró que en Latinoamérica el tratamiento convencional con triple esquema por 14 días fue superior a la terapia concomitante y a la terapia secuencial. La tasa de erradicación reportada para la terapia convencional fue de 82,2%2. Con respecto a la resistencia a los antibióticos, el estudio de Torres et al. dejó claro que en México la resistencia al metronidazol en adultos es muy alta (76,0%)3. Más recientemente, se ha reportado que la resistencia a la claritromicina va en aumento4. Las combinaciones que utilizan antibióticos diferentes como aquellas basadas en levofloxacina o rifabutina, generalmente han sido evaluadas como tratamientos de tercera línea o no han mostrado ser superiores al triple esquema convencional5,6. Por lo tanto, el panorama para el manejo del H. pylori no parece muy alentador. Por esto es importante replantearse, si estamos haciendo lo correcto con el H. pylori. La discusión no debe centrarse exclusivamente en los 3 puntos arriba señalados, sino que debe incluir también el cuestionarnos si nuestro ejercicio clínico es el adecuado. Lo correcto sería atender a las recomendaciones que se basan en la mejor evidencia científica, para el manejo del H. pylori como pudiera ser el Consenso de Maastricht7. Sin embargo, ya que la epidemiología de la enfermedad ulcerosa péptica, la prevalencia del H. pylori y su resistencia a los antibióticos son diferentes en México con respecto a los países representados en ese consenso internacional, más adecuado todavía sería seguir las recomendaciones que la Asociación Mexicana de Gastroenterología publicó en el “III Consenso Mexicano sobre Helicobacter pylori”8. Aunque no hay información en México que nos permita conocer las prácticas de los médicos en el manejo del H. pylori, en el ejercicio cotidiano nos enfrentamos a muchos pacientes que han recibido terapia de erradicación sin una indicación clara, con esquemas que no se parecen a los recomendados, ya sea por los fármacos empleados, las dosis utilizadas o los tiempos de tratamiento y en los cuales no se corrobora la erradicación. Estas conductas impactan negativamente en la eficacia de los esquemas actuales. Sirva este artículo de González-Huezo et al. para reflexionar si estamos haciendo lo correcto.
FinanciamientoNo se recibió patrocinio de ningún tipo para llevar a cabo este artículo.
Conflictos de interesesDr. Aurelio López-Colombo es ponente de Takeda-Nycomed, Alfa Wasserman y Janssen Pharmaeuticals.