El artículo de Meillier et al.1 incluido en este número evalúa las diferencias clínicas entre los subtipos de acalasia basadas en síntomas, esofagograma y un nuevo puntaje de estasis esofágico medido con manometría de alta resolución-impedancia (MAR-I). Los hallazgos interesantes de este estudio en 108 pacientes son: 1) Los síntomas clínicos no ayudan a distinguir los diferentes subtipos de acalasia a excepción del vómito, que fue más común en el subtipo I;2) El grado de dilatación esofágica medido por el diámetro mayor del esófago distal en el esofagograma es significativamente menor en el subtipo III, pero no es diferente entre los subtipos I y II, y 3) El puntaje de estasis no es diferente entre los 3 subtipos.
Aunque este trabajo tiene las limitaciones de ser un estudio retrospectivo y con un número limitado de pacientes en el subtipo I, pone de manifiesto la imposibilidad de clasificar los subtipos de acalasia con cuestionarios de síntomas o con parámetros que miden la estasis esofágica. Es imperativo el uso de la MAR para poder establecer esta clasificación, que como sabemos tiene importancia pronóstica, ya que predice respuesta al tratamiento2–7.
Llama la atención en la serie de casos de Meillier et al.1 que el promedio de edad en el subtipo I fue menor que en los subtipos II y III, y de manera más intrigante, que el diámetro esofágico fue mayor en el subtipo II, que en el I. Tradicionalmente inferíamos, por estudios previos, que el subtipo II correspondía a los estados iniciales de la acalasia y que el subtipo I ocurría en las etapas avanzadas de la enfermedad en la cual, la dilatación importante del cuerpo del esófago con retención de restos alimentarios era una característica8. Los hallazgos de Meillier et al.1 no concuerdan con esta hipótesis. Por otro lado, los estudios que evalúan las alteraciones histológicas y el tipo de infiltrado inflamatorio del esfínter esofágico inferior obtenido por biopsias de espesor muscular completo durante miotomías quirúrgicas, han sugerido que la acalasia tipo III parece tener un comportamiento diferente al de la acalasia tipos I y II, sugiriendo un mecanismo fisiopatológico, en términos de lesión neuromuscular, distinto9. Se requiere de un mayor número de estudios para aclarar cuál es la historia natural de la acalasia, y cuáles son los factores que determinan la presentación de sus diferentes tipos manométricos.
FinanciaciónNo se recibió patrocinio de ningún tipo para llevar a cabo este artículo.
Conflicto de interesesEl autor declara no tener ningún conflicto de intereses.