La esofagitis eosinofílica (EE) fue descrita por primera vez en 1970 como parte de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y reconocida en 1990 como una entidad separada.
Se caracteriza por: a) Infiltrado mayor a 15 eosinófilos en el campo microscópico de alta resolución más densamente involucrado; b) datos clínicos limitados a disfagia, vómito, regurgitación, dolor abdominal, problemas alimentarios y síntomas sugestivos de ERGE; c) exclusión de otras entidades asociadas a infiltrado eosinofílico como ERGE y enfermedad de Crohn, y biopsias del resto del tubo digestivo sin infiltración eosinofílica; d) exclusión de ERGE por la persistencia de infiltración eosinofílica a pesar del uso de inhibidores de la bomba de protones (IBP) por un periodo de cuatro a ocho semanas.
La EE se ha estudiado principalmente en población pediátrica. Tiene mayor prevalencia en la población blanca, con predominio en países desarrollados. Su etiología se ha relacionado con la presencia de alergenos, principalmente alimentarios, aunque también se ha demostrado asociación con antígenos aéreos.
El cuadro clínico de la EE generalmente incluye diversos síntomas ya que se trata de una patología crónica, ocasionada por inflamación gradual de la mucosa y la submucosa. La manifestación puede ser aguda, con la presencia de impactación alimentaria. Sin embargo, con mayor frecuencia ocurre disfagia, náusea, vómito y dolor epigástrico. Muchos de los pacientes pueden experimentar patologías como asma, dermatitis atópica y otras alergias. Es importante mencionar que en los niños menores de dos años, los síntomas más frecuentes son dificultad para la alimentación y falla en el crecimiento mientras que en los mayores de esa edad es más frecuente encontrar dolor abdominal, reflujo y vómito.
Los hallazgos endoscópicos que pueden hacer sospechar la EE incluyen disminución del patrón vascular subepitelial y presencia de exudados en la mucosa, los cuales se componen de eosinófilos. Histopatológicamente, la EE se caracteriza por un epitelio delgado con un gran número de eosinófilos intraepiteliales, elongación de papilas y fibrosis en la lámina propia con presencia de eosinófilos.
La EE siempre debe sospecharse en pacientes con historia de impactación alimentaria, disfagia persistente asociada a trastornos atópicos y casos de ERGE refractaria a tratamiento médico. El diagnóstico debe realizarse de forma integral, asociando los hallazgos clínicos con los histopatológicos.
El tratamiento incluye: Intervenciones en la dieta, medicamentos y procedimientos endoscópicos.
¿ Dieta
Debido a que el infiltrado eosinofílico se asocia con padecimientos alérgicos, el primer paso es eliminar de la dieta a los alergenos. Se han reportado dietas de eliminación de alrededor de seis alimentos; en ocasiones se recurre a pruebas cutáneas para determinar cuáles se eliminarán. En otros casos se prefiere iniciar con una dieta elemental de forma enteral, la cual sólo debe contener aminoácidos sintéticos: si bien con esta forma se han reportado mejores resultados, el mal sabor y el costo son grandes desventajas.
¿ Medicamentos
La asociación entre ERGE y EE no es muy clara aún. La persistencia de ERGE puede causar eosinofilia, y a su vez la infiltración eosinófilica y los cambios histopatológicos ocasionados pueden provocar alteraciones en la motilidad esofágica y por lo tanto reflujo. Los IBP sirven, pues es parte de la definición de EE; sin embargo, existe mucha controversia al respecto.
El uso de esteroides sistémicos es eficaz en el tratamiento de la EE. Se han reportado series de seguimiento de pacientes hasta por diez años, que demuestran la mejoría de los síntomas clínicos y endoscópicos con estos agentes. Sin embargo, debido a los efectos adversos que se presentan con estos medicamentos se han buscado otras alternativas; los esteroides tópicos como la fluticasona y la budesonida actualmente son una de las terapias más prometedoras aunque se requiere de más estudios para confirmarlo.
Otras opciones que se encuentran actualmente en estudio son el uso de inhibidores de los leucotrienos e inhibidores de IL-5.
En algunos casos es necesario practicar procedimientos endoscópicos, como desimpactación alimentaria y pueden llegar a requerirse dilataciones.
La EE es una enfermedad que ha ido en incremento en los últimos años y que se puede presentar con diferentes cuadros clínicos, siendo aún controversial su diagnóstico definitivo. El tratamiento consiste en la eliminación de alergenos en la dieta y la administración de medicamentos que disminuyan la inflamación del esófago.
Correspondencia: Insurgentes Sur 3700, Col. Insurgentes Cuicuilco, Delegación Coyoacán, C.P. 04530, México, D.F.