La gastroenteritis infecciosa genera consultas innecesarias a urgencias. Se necesitan instrumentos para detectar los riesgos de una evolución desfavorable.
ObjetivosConstruir y validar una escala integral para la gravedad de una gastroenteritis aguda en niños.
Material y métodosA través de una búsqueda de MeSH, se determinaron datos asociados con complicaciones (probables ítems). Se construyó una escala (EsVida) con 4 dominios teóricos: antecedentes personales (3 ítems), problemas sociales (2 ítems), riesgos de gastroenteritis severa (4 ítems) y signos de compromiso hidroelectrolítico (4 ítems), evaluados como presencia (un punto) o ausencia (cero puntos), escala de 0 a 13 puntos. Para su validación se realizó un estudio observacional en urgencias, en niños de uno a 13 años con gastroenteritis aguda. La escala fue reconstruida con los riesgos calculados por análisis de regresión logística.
ResultadosNoventa y siete pacientes pediátricos fueron evaluados con la escala EsVida (construcción teórica). En su versión inicial mostró un área bajo la curva ROC de 0.69 (IC 95% de 0.6 a 0.79). Con el ajuste por riesgos, se simplificó a 5 ítems, con 0 a 42.5 puntos; esta nueva escala evidenció un área bajo la curva ROC de 0.85 (IC 95% de 0.75 a 0.90). Con un nivel de corte de 12 puntos, presentó una sensibilidad del 69.8% y una especificidad del 70.5%. Un puntaje inferior a 6 indicaría manejo en domicilio sin riesgo.
ConclusionesLa escala modificada EsVida puede ser usada para apoyar la decisión de un manejo domiciliario en casos de gastroenteritis aguda infecciosa.
Infectious gastroenteritis can result in unnecessary emergency room consultations. Instruments are needed to detect the risks for unfavorable progression.
AimTo develop and validate a comprehensive severity scale for acute gastroenteritis in children.
Materials and methodsData associated with complications (probable items) were determined through a MeSH search. The EsVida scale was developed with 4 theoretic domains: personal history (3 items), social problems (2 items), risks for severe gastroenteritis (4 items), and signs of fluid and electrolyte imbalance (4 items). The items were evaluated as present (one point) or absent (zero points) on a 0 to 13-point scale. To validate the instrument, an observational study was conducted at the emergency service on children from one to 13 years of age with acute gastroenteritis. The scale was re-developed utilizing the risks calculated by logistic regression analysis.
ResultsNinety-seven pediatric patients were evaluated using the EsVida scale (theoretic development). Its initial version showed an area under the ROC curve of 0.69 (95% CI of 0.6 to 0.79). After risk adjustment, it was simplified to a total of 5 items, with a score of 0 to 42.5. The new scale produced an area under the ROC curve of 0.85 (95% CI of 0.75 to 0.90). At a cutoff value of 12 points, the scale had 69.8% sensitivity and 70.5% specificity. A score below 6 indicated that patients could be managed at home at no risk.
ConclusionsThe modified EsVida scale could be used as an aid in deciding on at-home management in cases of acute infectious gastroenteritis.
La gastroenteritis infecciosa aguda (GEA) es un desorden transitorio causado por una infección entérica, caracterizado por la aparición repentina de diarrea con o sin vómito y con una duración inferior a 14 días1. Es uno de los principales motivos de consulta de atención primaria en salas de urgencias2, sobre todo cuando el paciente presenta fiebre, alteraciones en el estado de alerta, vómitos y dolor importante3. Aunque la evolución habitual es hacia su autolimitación, los episodios severos pueden llevar al paciente a la muerte. En México, un estudio gubernamental realizado en 2003 reportó 4,556 decesos causados por infecciones intestinales2.
La piedra angular en el manejo de la GEA es la prevención de la deshidratación o la rehidratación oportuna cuando esta ya está presente4. Sin embargo, factores adicionales, como son edades muy pequeñas, la desnutrición previa, la existencia de comorbilidades, antecedentes de importancia (prematuros, estado de vacunación), el grado de daño enteral (presencia de sangre), los ambientes socioeconómicos adversos, entre otros, pueden llevar al paciente a un desenlace desfavorable3,5,6.
En la mayoría de los episodios, el manejo de la GEA leve e incluso moderada puede ser llevado en el domicilio de los pacientes, bajo una previa capacitación y con una comunicación constante. Esto, ante el riesgo de complicaciones como las infecciones intrahospitalarias inherentes al internamiento en escenarios hospitalarios. Las decisiones terapéuticas en urgencias deben ser tomadas con prontitud, de ahí la necesidad de disponer de instrumentos que permitan rápidamente detectar integralmente el riesgo de una evolución desfavorable. En estos momentos, no existe una guía y la valoración se hace a través de un interrogatorio extenso al familiar.
Objetivos: construir y validar una escala para evaluar integralmente la condición de gravedad de la GEA en un menor, con el propósito de evitar hospitalizaciones innecesarias.
Material y métodosEstudio aprobado por el comité de investigación y ética del Hospital Español.
Construcción de la escala EsVida y validezRevisión de la literaturaSe realizó una búsqueda de MeSH utilizando las palabras clave: guía, gastroenteritis infecciosa, pediatría, deshidratación, escala, escala de deshidratación. De los artículos obtenidos se analizaron los datos más frecuentemente reportados para generar una lista de probables ítems o reactivos para la construcción de la escala. Los seleccionados fueron: los más fáciles de detectar, los más importantes para los clínicos, los obtenibles en menos de 15s y los que no fueran datos de laboratorio. La propuesta fue consensuada con un panel de médicos pediatras del Hospital Español, quienes concluyeron con una escala de 15 preguntas (tabla 1).
Escala EsVida de valoración para el manejo de niños de 0 a 13 años con diarrea aguda
Antecedentes personales | 0 puntos | 1 punto |
---|---|---|
Presenta desnutrición | No | Sí |
Tiene alguna enfermedad crónica (tratamiento de base) | No | Sí |
Tiene esquema de vacunación completo para rotavirus | Sí | No |
Problemas sociales | ||
---|---|---|
Nivel de escolaridad materna o cuidador primario | Profesional | Media o menor |
Edad del paciente | >5 años | ≤5 años |
Criterios relacionados con la enfermedad | ||
---|---|---|
Número de evacuaciones en las últimas 24h | ≤5 | >5 |
Número de vómitos en las últimas 24h | ≤2 | >2 |
Presencia de moco, sangre o ambas en alguna evacuación | No | Sí |
Fiebre mayor de 38°C | No | Sí |
Signos clínicos de compromiso hidroelectrolítico | ||
---|---|---|
Fontanela anterior deprimida o extremidades frías | No | Sí |
Llenado capilar | ≤2s | >2s |
Absence de lágrimas al llanto u ojos hundidos | No | Sí |
Alteración del estado de alerta (somnolencia, irritabilidad o variaciones) | No | Sí |
Puntuación |
Esta escala se construyó con 4 áreas importantes: antecedentes personales de riesgo para una gastroenteritis aguda grave, problemas sociales de manejo, criterios de gastroenteritis severa y signos clínicos de deshidratación.
Para cada reactivo se consideraron 2 opciones (presencia/ausencia) con la finalidad de lograr sencillez en la aplicación. Cada ítem generaba un punto para la escala si se presentaba la condición de riesgo y cero si no (fig. 1). La escala final tuvo un rango de 0 a 13 puntos. La definición de cada ítem fue como sigue.
Desnutrición: presentar un peso para la edad y el sexo en el percentil 3, o un índice de masa corporal por debajo del percentil 3 para la edad y el sexo7.
Comorbilidad: enfermedad crónica subyacente referida por los padres con evidencia de manejo médico para la misma; en particular, se consideró también el antecedente de prematuridad.
Escolaridad materna: seleccionada como problema social relacionado con el cuidado del menor. Obtenida por interrogatorio y agrupada en nivel preparatorio o menor como factor de riesgo frente a nivel profesional.
Edad del paciente: considerando a los menores de 5 años como aquellos con mayor riesgo para deshidratación y desarrollo de complicaciones.
Vacunación previa a rotavirus: su no aplicación conlleva mayor riesgo. Se consideró completa si el familiar mostraba su aplicación registrada en la cartilla oficial de vacunación.
Evacuaciones: asumiendo un mayor riesgo cuando se informó de 5 o más evacuaciones en 24h, y un punto extra si fueron referidas con moco y/o sangre.
Presencia de moco o sangre en las evacuaciones: referida por los padres o por el médico durante su estancia en el servicio de urgencias.
Vómitos: en las 24h previas, indicando un riesgo el antecedente de 2 o más eventos.
Fiebre: presencia de temperatura corporal axilar mayor de 38°C durante la estancia en el servicio de urgencias.
Deshidratación: determinada en menores de 2 años con la presencia de la fontanela anterior deprimida y en niños mayores con la disminución de la temperatura en las extremidades superiores e inferiores (al palpar la temperatura de manos y pies estos se encuentran fríos)3,4 y resequedad de mucosas8.
Perfusión capilar: medida con la reperfusión tisular en el lecho ungueal pospresión, considerando que está prolongada si se retardó más de 2s8.
Alteración del estado de alerta: presencia de somnolencia o irritabilidad8.
Ausencia de lágrimas al llanto u ojos hundidos: se interrogó a los padres y fue explorado por el médico en el servicio de urgencias.
ValidaciónPara esta fase se realizó un estudio observacional en el servicio de urgencias pediátricas en un hospital de la Ciudad de México, ubicado en la zona norponiente de la alcaldía Miguel Hidalgo. Incluimos a niños de entre uno y 13 años, de cualquier sexo, quienes acudieron por presentar datos clínicos de gastroenteritis aguda, con menos de 7 días de evolución. Se excluyeron los pacientes con diarrea crónica, con derivaciones intestinales o inmunocomprometidos.
Tras la valoración del paciente, se invitó a participar en el estudio al cuidador primario o responsable del menor. Una vez aceptada su participación, por interrogatorio directo se obtuvo la información sobre los 3 primeros dominios de la escala EsVida; el último dominio (signos clínicos de deshidratación) fue evaluado por el médico encargado del servicio, en un tiempo no mayor de 5min. El tratamiento del paciente fue proporcionado por el médico tratante sin intervención.
La decisión de hospitalizar fue por indicación del médico tratante, sin embargo, como recomendación de nuestra institución se ha establecido, para seguridad del menor, hospitalizar a todo niño con un nivel de anhídrido carbónico total (CO2T) igual o menor de 22mmol/L9,10.
Análisis estadísticoLos pacientes fueron agrupados según el destino final de la valoración en urgencias (ambulatorio frente a hospitalización). Se compararon las variables cualitativas resumidas en frecuencias simples o relativas en porcentajes a través de la prueba de Chi cuadrado. Para las variables cuantitativas los datos fueron resumidos en medias con sus desviaciones típicas o medianas con cuartiles según su distribución, determinada con la prueba de Kolmogorov-Smirnov. Para las distribuciones normales se usó la prueba t de Student para grupos independientes y en los casos de distribución no normal, la prueba no paramétrica de la U de Mann-Whitney. Para determinar la validez de la escala se construyó la curva del receptor operante (ROC) y se determinó su área bajo la curva. Así mismo, con la ROC se establecieron los puntos de corte con mejor desempeño determinando la sensibilidad y la especificidad, así como sus razones de verosimilitud tanto positiva como negativa. En cada estimado se presenta el valor puntual y el intervalo de confianza al 95%. Finalmente, con el objetivo de optimizar y simplificar la escala se realizó un análisis de regresión logística por pasos (stepwise) con los ítems considerados como factores independientes y la hospitalización como variable desenlace.
La correlación entre los puntajes de la escala y los valores de CO2T se realizó con la prueba de Pearson. Los análisis se realizaron con los programas estadísticos SPSS versión 22, prims 2 y JASP2. Se consideró un nivel de significación estadística cuando se obtuvo un valor de p<0.05.
Consideraciones éticasLos autores declaramos que para la elaboración de esta investigación no se presenta información personal que permita identificar a los pacientes; tampoco representa un riesgo, ya que únicamente se realizó la revisión de la nota médica del servicio de urgencias pediátricas, sin intervención alguna en el tratamiento. Se solicitó a los padres o tutores del menor la firma del consentimiento informado.
ResultadosUn total de 97 pacientes pediátricos fueron incluidos. De acuerdo con el criterio de hospitalización de deshidratación moderada a grave (CO2T≤22mmol/L), 53 (54.6%) fueron finalmente hospitalizados y el resto (45.3%), manejados de forma ambulatoria. Como se muestra en la tabla 2, en ambos grupos predominaron los pacientes masculinos sin diferencias estadísticamente significativas entre ellos. Con respecto a la edad, el grupo de niños hospitalizados fue un año mayor (p<0.001). Al revisar el esquema de vacunación, no se pudo corroborar en los pacientes ambulatorios debido a no disponer los familiares en ese momento de la cartilla de sus hijos, por ello no logramos demostrar diferencias en la aplicación de la vacuna contra rotavirus. En relación con factores de riesgo para complicaciones, observamos mayor desnutrición y comorbilidades en el grupo hospitalizado, diferencias estadísticamente significativas (p<0.05). Finalmente, la educación de las madres fue semejante en ambos grupos.
Características de los pacientes según la decisión de hospitalización (N=97)
Hospitalizados(n=53) | No hospitalizados(n=44) | p | |||
---|---|---|---|---|---|
n | % | n | % | ||
SexoMasculinoFemenino | 3023 | 56.643.4 | 3014 | 68.231.8 | 0.24a |
Edad en añosMedianaPercentil 25Percentil 75Mín-máx | 3151-12 | 4361-13 | <0.01b | ||
Vacunación contra rotavirusNo o se ignoraCompleta | 449 | 7.592.4 | 440 | 1000 | <0.001a |
Presencia de desnutriciónSíNo | 2132 | 39.660.4 | 539 | 11.488.6 | <0.0001a |
ComorbilidadcSíNo | 1538 | 28.371.7 | 440 | 9.190.9 | 0.02a |
Escolaridad maternaMedia o menorSuperior | 494 | 92.47.6 | 413 | 93.26.8 | 0.89a |
Datos clínicos>2 vómitos frente a≤2>5 evacuaciones frente a≤5Moco/sangre frente a no moco/sangreFiebre frente a afebril | 43281323 | 81.152.824.543.4 | 2810416 | 63.622.70.136.4 | 0.05a<0.001a0.05a0.48 |
Datos de la exploraciónExtremidades frías y/o fontanela hundidaLlenado capilar>2sLlanto sin lágrimas u ojos hundidosResequedades mucosasPalidez de tegumentosAlteración de la conciencia | 3341142447 | 5.664.120.779.283.013.2 | 016426281 | -36.49.159.163.32.2 | 0.11a0.001a0.11a0.03a0.03a0.05a |
CO2total (mmol/mEq)Media±1 DT | 17.8 | ±3 | 19.7 | ±1.9 | <0.001d |
DT: desviación típica.
Para las condiciones del padecimiento diarreico, en los pacientes que finalmente fueron hospitalizados se observó una mayor proporción de vómitos más frecuentes, más evacuaciones durante las 24h previas y más episodios con evacuaciones con moco con o sin sangre. El antecedente de fiebre fue semejante en ambos grupos (tabla 2).
En la exploración física se encontró una mayor proporción de pacientes con llenado capilar lento, resequedad de mucosas, palidez de tegumentos y alteración del estado de consciencia en el grupo que se hospitalizó (p<0.05). Otros síntomas como la presencia de fontanela hipotensa o hundida con o sin extremidades frías, así como llanto sin lágrimas u ojos hundidos, fueron más comunes en los niños con hospitalización, aunque la diferencia no alcanzó la significación estadística (tabla 2). Así mismo, como se esperaba por nuestro criterio de clasificación, los niveles de CO2T fueron más bajos en los pacientes hospitalizados.
Resultados de la escala EsVidaAl evaluar el puntaje de la escala EsVida de acuerdo con su construcción teórica, encontramos puntajes más altos para los niños hospitalizados frente a los manejados ambulatoriamente (mediana [mín-máx] de 5 [2-11] frente a 4 [2-8], U de Mann-Whitney; p<0.001) (fig. 1). Al analizar la validez de la escala a través de la curva ROC (fig. 2), encontramos un desempeño regular con un área bajo su curva de 0.69. Con esta curva se determinaron 2 puntos posibles de corte para el riesgo de hospitalización: de 5 o más y de 6 o más. En la tabla 3 mostramos los estimados de sensibilidad, especificidad y razones de verosimilitud para cada nivel de corte. De acuerdo con los datos, el criterio de 6 o más fue más específico frente a 5 o más como más sensible. Con esta escala solo 3 pacientes hospitalizados mostraron puntajes mayores de 9. Todos los demás puntajes fueron compartidos entre los grupos y el puntaje más bajo en ambos grupos fue de 2. Así mismo, se encontró una correlación baja significativa entre los valores de CO2T y la escala EsVida (r=−0.28).
Validez de la escala EsVida según el punto de corte
Nivel de corte | Sensibilidad | Especificidad | Razón de verosimilitud positiva | Razón de verosimilitud negativa |
---|---|---|---|---|
Escala original | ||||
≥6 frente a<6 | 39.6 (27.6-53.1) | 84.1 (70.6-92.1) | 2.4 (1.2-5.3) | 0.7 (0.6-0.9) |
≥5 frente a<5 | 75.5 (62.4-85.1) | 56.8 (42.2-70.3) | 1.7 (1.3-2.5) | 0.4 (0.2-0.7) |
Nueva escala | ||||
≥12 frente a<12 | 69.8 (54.3-80) | 70.5 (54.6-82.7) | 2.3 (1.4-3.7) | 0.4 (0.3-0.6) |
Los datos se expresan como estimado (intervalo de confianza al 95%).
Tras realizar el análisis de regresión logística se estableció que los factores de la escala más asociados con la hospitalización fueron: tener una comorbilidad, presentar desnutrición, el antecedente de más de 5 evacuaciones, la presencia de palidez y encontrarse un llenado capilar mayor a 2s. Con estos datos se obtuvo una Pseudo-R2 de 0.54. Con estos factores se construyó una nueva escala más simplificada y considerando como puntaje las razones de momio estimadas. La escala nueva EsVida (tabla 4) generó un rango de 0 a 42.5 puntos. Esta nueva escala mantuvo valores promedio diferenciales entre los grupos (mediana [mín-máx] hospitalizados de 18 [6-42.5] frente a 8.5 [0-24], U de Mann-Whitney; p<0.001). La validez medida con la curva ROC (fig. 3) mostró un mejor desempeño con un área bajo la curva de 0.84. Así mismo, se determinó como mejor valor de corte un puntaje igual o mayor de 12 puntos, con lo cual, la sensibilidad y la especificidad se encontraron en valores de alrededor del 70% (tabla 3). Con esta escala ningún paciente ambulatorio presentó un puntaje mayor de 26 frente a 9 (17%) en el grupo hospitalizado; y ningún paciente hospitalizado tuvo un puntaje menor a 6 frente a 19 (43%) del grupo ambulatorio. Finalmente, el nuevo puntaje también mostró una correlación negativa baja con los niveles de CO2T (figs. 4-6).
Ante la necesidad de predecir el requerimiento de hospitalización de un menor con GEA realizamos la construcción y la validación de una escala (EsVida). Nuestro objetivo estaba dirigido hacia su difusión a personal de salud en un primer contacto para su apoyo a envío a servicios de urgencias. Como se vio en nuestros resultados, la primera versión sustentada en evidencia publicada previamente y apoyada por la experiencia de médicos pediatras resultó en una escala con una validez moderada en su predicción. Esta versión mostró ser fácilmente aplicable, pero con una sensibilidad y una especificidad cambiantes según el valor de corte. Si se recomienda con un puntaje de 5 permitía ser más sensible y con uno de 6, más específica. Sin embargo, se evidenció una baja discriminación entre los grupos. Por lo anterior, reanalizamos los ítems considerados de acuerdo con su peso (OR), con lo cual se pudo simplificar y mejorar su validez predictiva. La nueva escala solo requiere de 5 ítems para evaluar la posibilidad de hospitalización. Esta nueva versión permitió una mejor discriminación entre los grupos.
La hospitalización para el manejo de GEA en los niños es decidida por diversos factores, principalmente relacionados con la condición clínica del menor, pero también debe considerarse la presencia de factores de riesgo asociados a complicaciones y, finalmente, factores sociodemográficos y emocionales1,3–6,11,12. Nuestra guía inicial consideró estas áreas, pero en un análisis final parece ser que los 2 factores iniciales son más trascendentes en la decisión de vigilancia y manejo hospitalario.
Las guías de manejo como ESPGHAN5, la guía iberolatinoamericana sobre el manejo de GEA en menores de 5 años11,12, la guía de práctica clínica mexicana1, así como revisiones más recientes, como la guía de actuación en urgencias de la Clínica Universidad de Navarra13,14, mencionan como criterios de hospitalización el estado de choque, la deshidratación grave con pérdida de un 9% del peso corporal, la falla del tratamiento con suero oral, la sospecha de condición quirúrgica, considerando factores de riesgo la edad menor de 6 meses, más de 8 evacuaciones en 24h, o más de 4 vómitos en 24h, alteraciones neurológicas o problemas sociales como padres que no sean diestros en el manejo de la condición del niño en el hogar.
La elaboración de la escala EsVida toma en cuenta estos criterios, sin embargo, nuestro objetivo es el diagnóstico oportuno y la prevención del estado de choque, para favorecer el pronóstico del menor, por lo que proponemos identificar factores de riesgo, así como datos clínicos que podrían favorecer las complicaciones.
Una ventaja de la difusión de la nueva escala EsVida pudiera ser alertar tanto al personal de salud como a las madres sobre estos puntos a considerar durante un episodio de GEA. Consideramos que los datos a preguntar u observar son sencillos de registrar y la puntuación final solo consiste en una sumatoria. Dentro de nuestra escala de valoración clínica, la palidez de tegumentos es un ítem subjetivo, cuya interpretación podría variar dependiendo del explorador. Sin embargo, es un dato comúnmente referido por los padres al llegar al servicio de urgencias. Para la nueva versión, un valor mayor de 12 debe alertar sobre la urgencia de atención, pero un puntaje menor de 6 podría tranquilizar a los familiares y continuar con un manejo domiciliario. Es de aclarar que la recomendación siempre será la supervisión de la evolución del cuadro diarreico por un médico posterior a su valoración.
Como toda escala, amerita su validación externa a través de su uso en otras condiciones diferentes a las nuestras. Si se desea analizar su utilidad en poblaciones con un bajo nivel educativo, se necesitarán otros estudios.
En conclusión, la nueva versión de la escala EsVida para el apoyo a la decisión de manejo domiciliario u hospitalario de una GEA parece ser válida y útil, con lo cual, se podrían reducir las hospitalizaciones innecesarias.
FinanciaciónEste trabajo fue financiado por recursos propios de los autores.
Conflicto de interesesNo existen conflictos de interés para la realización del estudio.