Las diferentes opciones nutricionales que existen en la actualidad merecen atención, especialmen- te en el tratamiento del estreñimiento leve durante los primeros meses de vida y como parte de la terapia de mantenimiento.
La leche materna debe recomendarse siem- pre como el estándar de oro en la nutrición del lactante. Comparados con los lactantes alimentados con leche humana, los alimentados con fórmula son más propensos a tener evacuaciones duras debido a diferencias en la digestión y absorción de grasas y la composición de carbohidratos y proteínas.1,2 Existe una mayor frecuencia de estreñimiento en lactantes alimentados con fórmulas con predominio de caseína.3 Tres estudios han mostrado que la alimentación con una fórmula con mezcla de oligosacáridos prebióticos (90% de galacto-oligosacáridos y 10% de fructo-oligosacáridos), proteína del suero parcialmente hidrolizada y aceite vegetal modificado con contenido elevado de ácido b-palmítico, produce heces de consistencia suave e incrementa la frecuencia de evacuaciones y la concentración fecal de bifidobacterias.4-6 El efecto positivo de los fructo-oligosacáridos en un cereal complementado se confirmó en otro estudio controlado aleatorizado que mostró evacuaciones más blandas y frecuentes.7 Un estudio reciente mostró que una fórmula láctea enriquecida con magnesio
(9.1 g/100 ml) puede ayudar a lactantes con estreñimiento.8
Con frecuencia se considera que una ingestión abundante en líquidos, en particular de jugos de manzana, ciruela y pera, que contienen sorbitol y carbohidratos absorbibles y no absorbibles, incrementa la frecuencia y el contenido de agua de las heces. Los lactantes que tienen problemas de alimentación e ingestión oral inadecuada debido a prematuridad, enfermedad por reflujo gastroesofágico, paladar hendido y parálisis cerebral pueden beneficiarse al mejorar su ingestión de líquidos y alimento.9 Pese a ello, no existe evidencia clara de que esto produzca un efecto significativo global en lactantes estreñidos.10,11
El papel de la fibra en el tratamiento del estreñimiento crónico en niños es controversial.1,10 Las fibras pueden afectar el tiempo de tránsito intestinal y los movimientos intestinales e incrementar el contenido de agua y la proliferación bacteriana, lo cual produce heces más suaves y frecuentes.12 No obstante, para ser efectivas, deben ingerirse en grandes cantidades que son poco aceptadas por la mayoría de los niños y, además, pueden producir efectos adversos, como dolor y distensión abdominal, sensación de plenitud, gas excesivo y diarrea. Luego de una revisión sistemática de las publicaciones médicas se concluyó que debe indicarse un aporte de fibra dietética y agua en cantidad suficiente para cubrir las recomendaciones acordes a edad y sexo (Tabla 1).13
Con respecto a los complementos comerciales de fibra, sólo existen estudios en niños realizados con glucomanano, un gel polisacárido obtenido de una planta japonesa llamada konjac que muestran que puede ser benéfico para el tratamiento del estreñimiento funcional crónico cuando se relaciona con el uso de laxantes.12,14 No hay datos de su uso en niños menores de dos años de edad. Existe preocupación por los efectos deletéreos del incremento de fibra en la tasa de crecimiento o el estatus de elementos traza o vitaminas liposolubles.15
En pacientes resistentes al tratamiento debe considerarse la alergia a las proteínas de la leche de vaca como causa. Estos casos se benefician del uso de fórmulas hidrolizadas y una dieta libre de leche de vaca.16
La enfermedad celiaca puede presentarse con estreñimiento que no responde al tratamiento convencional. Después de la confirmación diagnóstica, estos pacientes deben recibir dieta libre de gluten.17,18